NO AL RADAR DE TABORNO

Razones contra el radar

1. El radar de Taborno es gemelo del de Montaña Blanca (Lanzarote), dentro de un grupo de cinco rádares secundario/primario de aproximación proyectados por AENA y acordados en la Comisión Interministerial formada por los ministerios de Fomento, Defensa y Medio Ambiente. En Lanzarote actualmente el Cabildo y los ayuntamientos afectados, con apoyo del Gobierno, buscan alternativas. El movimiento ciudadano logró salvar esta montaña. En Tenerife las instituciones se han plegado a los intereses de AENA, que ha conducido la decisión al Ministerio de Medio Ambiente tras la lección aprendida con Montaña Blanca.

2. La falta de seguridad en el aeropuerto no sólo no se resuelve con un radar en Taborno, sino que además será el radar el que hará más inseguro el aeropuerto porque lo que pretende AENA es aumentar significativamente el tráfico aéreo gracias a esta instalación. Lo que quiere AENA es más aviones en cola de aterrizaje y despegue, menos tiempo entre operaciones de aterrizaje y despegue y apertura nocturna del aeropuerto. Los rádares secundarios están casi siempre a pie de pista o en las cercanías, o bien se hace uso de instalaciones DVOR o balizas que son menos impactantes. Originalmente, se proyectó un DVOR en Taborno, donde ya había una antena. Pero sólo fue una excusa de AENA para obtener las licencias provisionales con las que comenzó ilegalmente las obras del radar.

3. La Cruz de Taborno está dentro de un Parque Rural, en Área de Especial Sensibilidad Ecológica y ZEPA. El radar constituye una vulneración TOTAL de la normativa de protección actualmente existente.

4. La Organización Mundial de la Salud no ha acordado estándares para medir la radiación electro-magnética. Existen cientos de estudios que niegan o confirman los efectos nocivos de las ondas no-ionizantes. Por ello, tanto la OMS como la Unión Europea consideran que en caso de duda debe aplicarse el principio de precaución y evitar estas instalaciones en áreas pobladas o protegidas. Varios estudios han reportado que las aves que anidan o viven alrededor de instalaciones de radar se quedan ciegas por el impacto de las microondas. Las aves van desapareciendo porque, sencillamente, los pollos nunca llegan a volar, sino que mueren de inanición en los nidos o caen de ellos.

6. Respecto a las personas, las ondas electromagnéticas, en conjunción con distintas fuentes que van desde la propia instalación eléctrica y aparatos domésticos a las líneas de tensión, antenas de telefonía, hasta los rádares, son aceleradores de cáncer y enfermedades degenerativas como el Alzheimer. Producen alteración en la magnetita de las neuronas, con cefaleas, insomnio, estados depresivos o agresivos, bajo rendimiento escolar, etc. Alteran el ión de calcio, que regula los biorritmos, por ejemplo el corazón, e interfieren la comunicación intercelular, que también emplea microondas. Un radar como el de Taborno es un factor que incrementará notablemente los efectos nocivos para la salud en conjunción con las antenas del Pico de El Inglés.

7. Luchamos por Taborno con toda la razón, igual que hicimos en Lanzarote. Es a AENA y a las administraciones a las que corresponde presentar proyectos dimensionados al tráfico existente. Es a los responsables a los que corresponde gastarse el dinero para no perjudicar ni a las personas ni a los espacios naturales. Y el movimiento ciudadano va a presionar para que esa alternativa se busque.

8. Respecto al uso militar, el radar de Taborno prestará información constante al Ejército del Aire y dentro de pocos años, cuando el sistema de navegación por satélite EGNOS-GALILEO se ponga en funcionamiento, estas instalaciones quedarán obsoletas para uso civil y podrían pasar a un empleo exclusivamente militar. De hecho, los terrenos de Taborno donde va el radar fueron expropiados por Defensa a mediados de los años 70, sin que sepamos hasta ahora en qué momento fueron adquiridos para uso civil. Probablemente, esta instalación responde a intereses conjuntos de AENA, Fomento y Defensa.

9. En fin, creemos que cualquiera con buena fé puede entender perfectamente que la gente de Anaga quiera ver repuesta la Cruz en su lugar. Por allí pasaron sus muertos, familias enteras, durante generaciones. Se derramaron muchas lágrimas, se recordaron muchas felicidades y amarguras. Es un lugar que le ha sido expropiado al corazón de nuestra gente, algo que no tiene que ver tanto con la religión, sino con una espiritualidad ancestral y con la identidad cultural. Cuando desaparecen los lugares que marcaron la vida en nuestra infancia, cuando ya no podemos reconocernos en el suelo de nuestra niñez, es entonces cuando verdaderamente envejecemos. Es esta amarga pérdida de identidad de nuestro pueblo la que estamos viviendo hoy en Canarias. Es para frenarla e impedirla por lo que luchamos.

Relación de portavoces de la Plataforma Ciudadana Contra el Radar de Anaga

Alicia Hernández Hernández 669 018 949

Daniel Castro Hernández 637 563 948

Pedro González 677 467 800

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