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LOS VERDES DE TENERIFE

TENERIFE CONSERVACIÓN DENUNCIA QUE 19 CETACEOS HAN MUERTO POR EL TRAFICO MARITIMO.

TENERIFE CONSERVACIÓN DENUNCIA QUE 19 CETACEOS HAN MUERTO POR EL TRAFICO MARITIMO. La asociación Tenerife conservación ha denunciado que las maniobras militares no son la única causa del varamiento de cetáceos. de hecho los cetáceos víctimas de colisiones se han duplicado en los últimos cinco años entre 1991 y 1998, 8 animales murieron y vararon por el tráfico marítimo; desde 1999 hasta este año, el número se eleva a 19. La asociación está elaborando un detallado informe para denunciar estos hechos ante las autoridades competentes en materia de transportes del Gobierno central y de la Unión Europea» debido a «lo que parece ser falta de competencias por parte del Gobierno de Canarias en materia de líneas marítimas y medidas para prevenir el impacto ecológico que éstas puedan ocasionar».
Según Tenerife Conservación el aumento del turismo trae también aparejado una mayor demanda de actividades de ocio entre las que destacan, con mucho, las excursiones náuticas que incluyen la observación de cetáceos (ballenas y delfines). Esta actividad que no tiene que ser en principio negativa o perjudicial se convierte en una seria amenaza cuando se realiza sin los debidos controles. Los datos de este último año hablan de casi un millón de personas que han realizado este tipo de excursiones, situándose Tenerife entre los primeros lugares del mundo en este tipo de actividad. En este sentido y pese a la sensibilidad que demostró en un principio la autoridad medioambiental del Gobierno de Canarias, estableciendo un decreto de regulación y la adecuada vigilancia, en la actualidad el control y vigilancia deja mucho que desear y desde 1992 carecemos de datos sobre la población residente de calderones, un cetáceo de tamaño medio objetivo principal de dichas excursiones. No sabemos hasta que punto la población sé esta viendo afectada al no existir un censo actualizado que pueda compararse con los resultados anteriores. A esta situación debemos añadir la necesaria mejora en la comunicación marítima entre islas, que con el uso de embarcaciones rápidas puede suponer un nuevo motivo de preocupación. El riego de colisiones es elevado cuando dichas embarcaciones carecen de los medios técnicos adecuados para evitar colisiones, en un área con una elevada densidad de ballenas y delfines.
Manuel Carrillo, responsable de Tenerife Conservación, ha dado la voz de alarma. «Es importante que, a raíz de las muertes de zifios a causa de las maniobras militares, se muestre la misma sensibilidad con el problema de las colisiones», explicó, «el Gobierno debe mostrar la misma preocupación ante otro de los grandes factores de amenaza para los cetáceos, concretamente la incidencia actual con el tráfico marítimo». Según aclaró este experto, desde que se pusieron en marcha los servicios de transporte rápido, las colisiones han aumentado.
Aunque las navieras ya han implantado determinados sistemas de detección para evitar estos sucesos, Carrillo entiende que no son suficientes. En su opinión, la solución pasaría por realizar cursos de avistadores para que estos especialistas fueran luego en los propios barcos y pudieran determinar las zonas con mayor densidad de cetáceos y su distribución a lo largo del año. «Con eso se podría arbitrar un conjunto de medidas de protección», explicó Carrillo, «no estamos hablando de mucho dinero y sería una iniciativa efectiva pero no hay un diálogo efectivo con las compañías, aunque sabemos que las navieras tampoco quieren las colisiones».
Una de las peculiaridades que se ha observado en los últimos años en los casos de varamientos por colisión es que ha aumentado el número de especies afectadas. En los primeros años, los cachalotes (Physeter macrocephalus) eran casi la única especie afectada, pero en los últimos tiempos también han detectado casos de cachalotes pigmeos (Kogia breviceps), zifios de Cuvier (Ziphius cavirostris) y, en este año, un ejemplar de zifio de Blainville (Mesoplodon densirostris). «Ya no son sólo los cachalotes sino también otras especies que antes no aparecían», prosigue Carrillo. Esto se debe, en su opinión, a una cuestión de estadística: «Al principio les daban a los más grandes pero al ir aumentando las frecuencias de los viajes se han visto afectadas otras especies; por pura matemática, donde hay una alta concentración de cetáceos y un tráfico marítimo elevado, se producen colisiones».

Web de Tenerife Conservación:

http://www.arrakis.es/~radasub/tenecon.htm

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